Después de una larga sesión de pintura con acrílicos, puedes encontrarte que, aunque el aerógrafo está limpio (por dentro y por fuera), ha quedado pintura dentro de las dos piezas que componen el cabezal (la boquilla y el difusor).

Una buena idea es usar liquido limpiador de aerógrafos en conjunción con la limpieza de ultrasonidos (en este tutorial te explicamos cómo hacerlo), pero no vas a gastar un montón de líquido llenando la cubeta. ¿Cómo hacerlo?

Coge un pequeño vaso de plástico (como los que se venden para chupito, aunque puede ser cualquier cubeta de plástico pequeña, incluso un tapón) y pon allí líquido limpiador de aerógrafo justo para cubrir las dos piezas del cabezal.

Ahora, mete el vasito en el limpiador de ultrasonidos, lleno de agua (con las otras piezas del aerógrafo, por ejemplo) y ponlo en marcha. Como el vasito flotará, tendrás que ponerle algo de peso encima para que se mantenga sumergido.

La vibración se transmitirá a través del plástico mientras el líquido limpiador de aerógrafo hace su trabajo y quedarán limpios sin tener que usar otros métodos más agresivos como bastoncillos, palillos o agujas metálicas.

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