Llega el momento de pintar, y cuando ya has decidido tu esquema de pintura, hay que ponerse manos a la acción. El primer paso es imprimar, en mi caso de color negro Vallejo Mecha. Luego llega el momento de decidir que esquema de pintura vas a usar, y bueno, de hecho, eso ya solo tienes que tener decidido hace mucho tiempo, porque cuando empiezas con la personalización del kit (si es el caso) tienes que tener en cuenta el esquema de pintura.

Por ejemplo, si vas a usar un esquema de colores planos, puedes detenerte mucho más en los detalles que si vas a elegir un camuflaje, que ha sido el caso de mi Lunamaría.

Me decidí por un esquema de pintura de camuflaje táctico digital, buscando que ciertas zonas fueran mucho más llamativas que otras tratando de enmascarar la figura del Gundam. Esto hace que los detalles (y le he añadido unos cuantos con plaplate y pequeños tubos hechos con runners) se vean mucho menos, y aunque están ahí, apenas se ven con el esquema de pintura.

Si planeas hacer un esquema de camuflaje, el proceso es sencillo, pero requiere trabajo y paciencia:

  • Después de imprimar, pinta el color principal
  • Vuelve a montar el Gundam, no completo, sino por partes (piernas, brazos, cuerpo)
  • Empieza a enmascarar con cinta
  • Una vez enmascarado, corta la cinta en las partes que se unen las piezas con una cuchilla de modelismo
  • Vuelve a desmontar el Gundam para pintar el color secundario.

En mi caso el color primario era un azul pálido retocado con un poco de amarillo para luego, una vez enmascarado, pintar de blanco encima para conseguir el efecto camuflaje táctico digital de invierno.

Una vez pintado el color secundario, es necesario volver a montar, y generalmente, dar algunos retoques a pincel para corregir los problemas que inevitablemente aparecerán cuando retires la cinta y no haya quedado «perfecto-perfecto».

El resultado es este:

Siguiente paso, mochila y armamento. Aún queda mucho trabajo por delante.

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