En mi anterior artículo hablamos de la Kneadatita, una pasta para modelar. El plasto, o putty, es un tipo de pasta diferente. En lugar de ser un epoxy de dos componentes, el plasto es básicamente plástico disuelto en acetona (o un componente similar) y de hecho, no es necesario que lo compres si no quieres: coge un runner, córtalo en pedazos pequeños y añade cierta cantidad de acetona. Si añades mucha, el plasto quedara muy líquido y será difícil de manejar, pero dependerá mucho del uso que le quieras dar.

El plasto básicamente se usa para unir piezas o para sellarlas. Se aplica una cierta cantidad de plasto en los bordes de la pieza y luego con una pinza de fotógrafo o similar, se unen las piezas y se mantienen así hasta que el acetona se evapora y el plasto se solidifica. También se usa con frecuencia para rellenar huecos.

La ventaja es que puedes crear plasto en el color en el que estés trabajando la maqueta: solo tienes que cortar el runner correspondiente y tendrás una pasta con el mismo color.

Una vez seco (le cuesta entre 24 y 48 horas) se convierte en lo que es: plástico de runner y por lo tanto se puede lijar sin problemas. En maquetismo se usa también para crear texturas en superficies, usando herramientas de modelado para aplicarlo.

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